Ubicada en Caspueñas, en pleno Valle del Río Ungría, ofrece todos los servicios para descansar, disfrutar de la belleza del paisaje y del buen yantar
A menos de una hora de Madrid y en pleno vergel natural, encontramos la Posada y restaurante El Marañal en el municipio de Caspueñas; un entorno único, que es uno de los principales atractivos de este establecimiento rural que apostó desde su inicio por ofrecer una combinación perfecta de alojamiento y gastronomía a sus clientes.
“Inicialmente hicimos una casa rural en 2001 que se alquila entera, con tres habitaciones, para 6-7 personas con su cocina, su salón, su jardín, etcétera, que sigue en activo y se encuentra pegada a El Marañal “, explica Fernando Barroso, responsable de ese establecimiento.
Tras la primera experiencia de esta casa rural en la que vieron el potencial del turismo en la zona y coincidiendo con la formación en restauración y hostelería de Fernando Barroso, su familia decidió impulsar un proyecto de contrucción de un complejo rural, denominado El Marañal, más ambicioso y que incluía tanto alojamiento como restaurante. “En ese momento yo estaba estudiando cocina en San Sebastián y ya pensábamos en un proyecto que incluyera sendos servicios”, afirma Barroso.
6 habitaciones dobles con hidromasaje
La posada El Marañal cuenta con 6 habitaciones dobles, todas ellas con hidromasaje y aire acondicionado, entre otros servicios. Y cada habitación tiene el nombre de fuente de las rutas de senderismo que se pueden realizar en el pueblo.
En cuanto al restaurante, atiende tanto a los huéspedes como al público en general que desea acercarse a degustar la cocina “entre moderna y tradicional” de este joven chef. “Trato de hacer la cocina más moderna pero baso muchos platos en productos de la tierra y de la zona”, añade.
El perfil de su cliente es muy variado, desde parejas jóvenes pasado por familias con niños o parejas mayores.
La cercanía de Madrid “ayuda mucho”, afirma Barroso, y en su gran mayoría los clientes proceden de esta comunidad autónoma, pese a que esta es una zona más desconocida que otras de Guadalajara.
“Al final lo que busca la gente cuando sale de las urbes es estar tranquilo, desconectar”, señala Barroso, quien reconoce que la ayuda de ADAC les animó más si cabe a apostar por este proyecto.
La inversión realizada para este complejo superó los 430.000 euros de los cuales el 25% correspondió a una ayuda de ADAC, con un total de ayuda LEADER de 108.000 euros.
Barroso asegura que su cliente lo que más valora es la tranquilidad sumado a que en El Marañal encuentra sus necesidades básicas cubiertas, alojamiento y comida, y disponen de otros servicios añadidos como una zona spa y de sauna o piscina exterior en verano.
“Luego el entorno ayuda: estamos a un paso de Brihuega, que es patrimonio histórico nacional, para que el turista tenga otros alicientes que visitar además de la tranquilidad propia de este valle”, afirma este empresario.
Este complejo abre todo el año y si bien en invierno se concentra el público los fines de semana, hay puntas de trabajo en meses como julio, con el Festival de Lavanda en Brihuega, que están completos a diario. “Siempre hemos funcionado mejor en verano, en parte por la piscina, que es muy valorada, y nuestra ubicación, al ser una zona más fresquita y agradable. Pero de un tiempo a esta parte el turismo que se mueve en torno a la floración de la lavanda se ha notado muchísimo”, explica Barroso, quien afirma también que no les falta público en fechas señaladas como puentes, Navidades o Semana Santa.
Pese a ser un sector con mucha competencia, asegura estar contento de la trayectoria de su negocio, ya consolidado tras 12 años, si bien reconoce que son muchas las herramientas y canales en los que están para llegar a su potencial cliente.
“Estamos en internet, que es donde hay que estar hoy o no existes, tanto en redes sociales como dentro de plataformas de alojamiento porque, de lo contrario, te come el mercado”, señala Barroso, sin olvidar siempre el boca a boca. “En este negocio, como en todos, las buenas referencias de alguien que conoces son esenciales y son muchos los clientes que repiten”, comenta este empresario.
Una ventana abierta al Valle del Río Ungría
Su ubicación privilegiada en pleno Valle del Río Ungría es valorada por turistas y oriundos pero todavía resulta muy desconocida para el gran público, lo que hace pensar en un mayor potencial turístico para la zona a futuro y, especialmente, si finalmente es declarado el primer paisaje protegido de la provincia de Guadalajara.