Emprender nunca es fácil, pero cuando uno lo hace para poner en marcha un negocio vinculado a una pasión siempre es más sencillo o, al menos, se hace con más motivación si cabe. Ese es el caso de Óscar Medina, creador de Vulturis, cerveza artesana de Guadalajara.
Todo empezó en 2014, cuando este informático de profesión tuvo entonces la necesidad de cambiar de vida y vio en su amor por la cerveza artesana una posibilidad para hacer de una afición un modo de vida. “Me dedicaba de modo amateur a la cerveza. Elaborando en casa. Y a raíz de eso, del conocimiento previo y la afición por la cerveza surgió la idea de montar la fábrica”, explica Medina, quien hoy es el maestro cervecero, pero también quien se encarga de la parte comercial y administrativa de esta pequeña empresa.
Del vivero de empresas de Quer a una nueva nave
Inicialmente se instaló en el Centro de Iniciativas Empresariales de Quer, de la mano de ADAC y el Ayuntamiento de la localidad. Tras cinco años de actividad en el vivero de empresas y con la necesidad de ampliar sus instalaciones, ha decidido mudar toda su actividad a una nave en propiedad, ubicada en el polígono del municipio de Quer, con la intención de ampliar sus instalaciones y capacidad de producción.
En marzo de 2015 se hizo la primera elaboración de Cerveza Vulturis. “Empecé con un estilo American Amber Ale y luego arrancamos con dos estilos más, otra de trigo y una roja”, explica este empresario cervecero, quien reconoce que la evolución de la empresa, con crecimiento de producción y ventas, ha ido bien en este lustro de vida.
Así, lo que empezó con “una olla de 250 litros con dos fermentadores de 500 litros” ha pasado a unas instalaciones con una olla con el doble de capacidad y nuevos fermentadores, lo que les ha permitido pasar de producir 15.000 litros en 2015 a los 24.000 litros del pasado año, el de mayor producción.
“Este año es un poco raro para todo. Estamos casi casi al nivel de producción del año pasado, pero ahora con el cambio de fábrica habrá un parón de producción hasta que arranquen las nuevas instalaciones”, comenta Medina.
Actualmente, su producción se divide al 50% entre cervezas propias y otro 50% para cervezas nómadas, “que son aquellas marcas que están empezando o directamente no tienen fábrica y aquí se la elaboramos”, explica Medina, que señala que también elaboran cervezas personalizadas, tanto en embotellado como en las características de la cerveza y enfocadas especialmente al mundo hostelero, donde tienen buena acogida.
Nuevos objetivos
Con la ampliación de sus instalaciones espera aumentar la variedad en su oferta de cervezas, reforzar la parte de elaboración de nómadas y también dar el salto a enlatar y sacar algunas variedades en este formato tan popular en el sector artesano.
“Ahora estamos produciendo cuatro tipos de cerveza fijos, la American Amber Ale, que ha sido premiada en varios certámenes; la de Trigo Espelta ecológico de la zona de Sigüenza; la cerveza con esencia de Lavanda, y acaba de salir este verano una IPA con malta de centeno”, afirma este empresario, que está orientando su producción a un producto ecológico con un sello e identidad propios, muy arraigados al territorio.
En el año 2014, este proyecto de emprendimiento recibió el apoyo de ADAC para arrancar la empresa a través de una ayuda LEADER. Entonces realizó una inversión de 68.000 euros y recibió una ayuda de casi 26.000 euros de fondos LEADER gestionados por ADAC. En estos momentos ha solicitado una nueva ayuda a este Grupo de Acción Local para realizar las obras de ampliación de la fábrica e instalación de nueva maquinaria.
Medina agradece el apoyo y se muestra satisfecho de la trayectoria de sus cervezas, que pueden verse en distintas tiendas gourmet o especializadas en cervezas, bares de Madrid o lineales de supermercados como el de APAG en Guadalajara. Además, hace escasamente un mes cuenta con tienda online donde también se pueden adquirir sus cervezas.
Fotografías: Vulturis